El origen de los ingredientes de esta salsa proviene de los marinos pescadores de anchoas. Al llegar al puerto de Nápoles, y mientras vaciaban sus bodegas, se refugiaban en las casas de citas de la ciudad y pagaban con este pescado a las prostitutas por los servicios prestados. Al final, todos comían anchoas preparadas por las damas, lo que se hizo tan famoso que en aquellos lugares acabó vendiéndose este fantástico plato.
Otra versión relacionada con el origen de la salsa putanesca hace referencia a la actividad nocturna de las prostitutas, motivo por el que se levantaban tarde por la mañana. Al llegar al mercado, solo quedaban algunas cosas sueltas para preparar la salsa, y así nació esta receta hecha con lo que quedaba en los puestos.
Ingredientes: (2 raciones)
150 gr de macarrones
5 filetes de anchoa
½ bote de aceitunas negras
5 rodajitas de jalapeños (o guindillas)
2 cucharadas de alcaparras
200 gr salsa casera de tomate frito
orégano
sal
aceite de oliva
queso azul (para servir)
Preparación:
Cocer la pasta en abundante agua hirviendo con sal como indica el fabricante, escurrir y reservar.
En el vaso de la batidora añadimos los jalapeños, las anchoas, las alcaparras, las aceitunas y el orégano y trituramos todo junto.
En una sartén rehogamos el triturado anterior y pasados 2-3 minutos añadimos la salsa de tomate frito y mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes. Dejamos unos 5 minutos a fuego medio y lo añadimos a la pasta, mezclamos bien y servimos con un poco de queso azul por encima.
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