Este es el desayuno típico
que mi madre nos hace cuando quiere que madruguemos un domingo...
Son ideales para cualquier desayuno o merienda completa acompañadas de un buen chocolate a la taza.
1 cucharadita de levadura en polvo
Azúcar para servir
Preparación :
En un bol vertemos la harina con la sal y la levadura y mezclamos, añadimos el vaso de leche calentita y vamos amasando hasta conseguir una masa consistente, compacta, que no se pegue a las manos (añadimos un poco más de harina si está muy “pegajosa”, o leche caliente si está muy dura) y la dejaremos reposar unos minutos.
Luego con un rodillo estiramos la masa sobre la bancada de la cocina enharinada y la cortaremos con un cuchillo en trozos medianos.
Pondremos al
fuego una sartén con abundante aceite de oliva y las iremos friendo
por ambos lados hasta que queden doradas.
Una vez fritas y escurridas sobre papel absorbente, las espolvorearemos con abundante azúcar, quedarán crujientes y se pueden comer tanto calientes como frías, eso sí, mejor si lo acompañamos de un buen chocolate a la taza.
Una vez fritas y escurridas sobre papel absorbente, las espolvorearemos con abundante azúcar, quedarán crujientes y se pueden comer tanto calientes como frías, eso sí, mejor si lo acompañamos de un buen chocolate a la taza.
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